Un amigo íntimo de MacGyver es asesinado. Mac decide comenzar las indagaciones por su propia cuenta, no tardando en descubrir una fábrica de armas nucleares en suelo británico.
Crítica
Puntuación del crítico: 3
La serie "MacGyver" supuso una revolución televisiva allá por los años 80. Frente a todas las violentas series de belicosos protagonistas surgió un nuevo héroe pacifista, ecologista y éticamente intachable. Un tipo simpático que, gracias a su pasión por la ciencia y a su inagotable optimismo, conseguía salir de todos los marrones usando los objetos más banales y cotidianos. El éxito de "MacGyver" fue rotundo y los seguidores se contabilizaron por millones. Y eso que la serie tenía sus defectos. Por un lado los guiones de los primeros episodios dejaban bastante que desear, siendo necesario esperar a la segunda temporada para que brillasen con luz propia. La ingenuidad derrochada tanto por el propio MacGyver como por sus adversarios era poco menos que infantil. Por otro lado, el paso del tiempo también hizo de las suyas erosionando las historias y los personajes. Sin embargo fueron más las punto positivos que negativos y la serie logró un merecido triunfo.
Pero los años pasaron y "MacGyver" empezó a adolecer del mismo mal que afecta a todas las series de TV: se quemó. El público comenzó a cansarse y la serie fue perdiendo audiencia progresivamente hasta que, a comienzos de los 90, su rodaje se suspendió. Fue entonces cuando su protagonista, Richard Dean Anderson, descubrió que había cometido el mismo error que muchos actores de TV, al pensar que podría seguir viviendo de la serie indefinidamente. Su reacción fue la esperada y, dinero en mano, intentó reanimar al personaje mediante dos largometrajes para TV. Largomentrajes que, a fin de cuentas, no eran más que simples episodios alargados para alcanzar los 90 minutos. Ésta es precisamente una de esas producciones. Desafortunadamente, los intentos fueron en vano, dando como resultado una pareja de películas aburridas, extrañas para quienes no conocieron la serie y bastante tardías. Unas producciones que, en definitiva, sólo tendrán algún valor para los seguidores más acérrimos de la serie.
En resumen: pobre intento por parte de Anderson de levantar cabeza. Su ausencia en las parrillas televisivas es buena prueba de su ínfima calidad.
Ficha de Película enviada por RealWimper el 18 de Junio de 2005